Ahí va nuestro primer CUENTO MOTOR para realizarlo con los más pequeños. Esperamos que os guste y nos contéis vuestras experiencias cuando lo pongáis en práctica.¡ Feliz lectura!
LA BRUJA CULEBRUJA
En un lugar muy muy lejano de cuyo nombre no
logro acordarme vivía Culebruja , una de pequeña aprendiz de bruja que todas
las mañanas se despertaba muy temprano, cuando su amigo el gallo cantaba
tres veces : quiquiriquí. ( repetir 3 veces)
Culebruja abría un ojo, después el otro y al
poco tiempo comenzaba a desperezarse. Estiraba una mano, después la otra,
sacaba un pie , otro pie, bostezaba dos veces y cuando ya parecía que iba a
levantarse daba la vuelta sobre sí
misma intentando dormir un poco más y vuelta otra vez a empezar . (Repetir la acción hacia el otro lado)
Por fin conseguía levantarse, y casi como un rayo… mama hacía que Culebruja
fuera directa al cuarto de baño. A Culebruja le gustaba ser siempre era muy sigilosa por lo que
unos días iba de puntillas para no hacer ruido, otros se arrastraba
como una culebra e incluso había días que llegaba al cuarto de baño gateando
como si fuera un bebé… ¿Sabéis como hacen los bebés? ( Imitar el llanto del bebé).
Una vez en el cuarto de baño, Culebruja se lavaba la cara con agua fresquita ¡urrrrgggg
que fresquita! y pronto empezaba a cepillarse los dientes delante de su
espejo mágico. ( colocar a los niños por parejas para jugar al juego del
espejo) Pero no creáis que lo
hacía de una forma normal, pues tenía un ritual muy extraño…. Primero cogía
el cepillo y la pasta de dientes y tras poner un poquito… cerraba el bote… después
daba 3 saltos grandes hacia un lado, dos más chiquitos hacia el otro bailaba un
poco el twist moviendo el culete hacia abajo y comenzaba a hacer caras raras delante del espejo…
Algunas veces Culebruja se cogía las orejas,
abría la boca muy muy grande y sacaba la lengua, en otras ocasiones,
simplemente hacía pedorretas con la boca, pero la mayoría de días ponía su cara
más más fea…. ¡Ya estaba lista
para cepillarse los dientes!
Volvía a coger el cepillo de dientes, lo
metía en su boca y enérgicamente
los cepillaba Primero de arriba a abajo y luego de izquierda a derecha y cada vez lo hacía más fuerte,
y luego aún más fuerte… y ya estaba lista para bajar al sótano a hacer
lo que más le gustaba…. ¡POCIONES SECRETAS!
Para bajar al sótano siempre lo hacía de la
misma manera, ponía un pie, luego otro pie y así sucesivamente hasta que
llegaba a las escaleras, donde de nuevo comenzaba a saltar los 10 escalones
mientras contaba en voz alta: 10,9, 8….
¡Ya es hora de comenzar
la poción de hoy!- se decía cada
día así misma Culebruja
Y ¿Qué creéis que ponía?
¿Le ayudamos a hacer una poción secreta para nuestra clase?
Pues metamos en
nuestro caldero:
Ilustración de Ada García |
1 diente
de león para que nadie sea peleón. (hacer el león)
2 cucharadas
de miel, para que podamos cantar bien. ( probar la miel)
3 arañas repugnantes para escuchar cuentos gigantes ( emular a los gigantes)
4 piñas
sin piñones para que no haya colones.( quitar los piñones a la piña)
5 flores
con olores para compartir nuestros colores. ( oler las flores)
¡Ahora remover !, un
poquito más, un poquito más y ¡lista para comer!
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ResponderEliminarFantástico cuento motor!!!! Lo uniremos a nuestro proyecto de brujas y quedará fantástico. Juntos sumamos!!! Un beso manchego.
ResponderEliminar¡ Nos alegra saber que os gusta nuestro cuento! No olvidéis enviarnos fotos del material que uséis ( si utilizáis alguno). ¡ Nos encanta recibir ese tipo cosas!.Seguro que a otros docentes ( e incluso a nosotros) puede aportarnos nuevas ideas de aplicación.Un kelubeso y ¡ Suerte en el proyecto!
ResponderEliminarGracias por publicar material tan maravilloso, Dios les bendiga
ResponderEliminarMe alegra que os pueda servir de algo. ¡En nuestra clase se lo pasan pipa! Un abrazo
Eliminarme encanto el cuento
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